Autoestima



La autoestima es la capacidad de aceptarse a sí mismo, es la búsqueda de la felicidad, podemos decir que la autoestima es lo siguiente:
La confianza en nuestra capacidad de pensar de enfrentarnos a los desafíos  a triunfar; sentirnos  dignos de gozar del fruto de nuestros esfuerzos consiste en valorar y reconocer lo que uno/a es y lo que puede llegar a ser, es parte de la identidad personal, la valoración propia y de las personas significativas de nuestro entorno.
La relación con los otros es siempre temporal y frágil,  lo cual nos coloca en condiciones de vulnerabilidad, No se necesita la valoración de los demás sino más bien la de nuestro interior.
La autocrítica: como un proceso que incluye el reconocimiento de los propios errores, el aceptarlos, saber perdonarlos y, por fin, superarlos así como reconocer aquello que se hace bien, que genera satisfacción y sentido de utilidad, sea o no reconocido por los demás: es suficiente con el propio reconocimiento.
La responsabilidad: aceptar que la vida es consecuencia de las decisiones personales,  la responsabilidad, la asunción de decisiones propias.
 “Percibir correctamente la realidad, aceptarse a uno mismo, vivir con naturalidad, concentrarse en los problemas y las dificultades, tener un espacio privado que nos de autonomía y mantener unas relaciones interpersonales profundas previamente seleccionadas van dando forma, a la larga, a la plenitud personal.”
“El nivel de nuestra autoestima no se consigue de una vez y para siempre en la infancia. Puede crecer durante el proceso de maduración o se puede deteriorar. La autoestima puede aumentar y decrecer y aumentar otra vez a lo largo de la vida.”
La autonomía, como la búsqueda de espacios para la  autor-realización y la independencia, el camino hacia la autoestima es sinuoso, no es fácil partir de la desvalorización propia o ajena hacia la meta que es la valorización propia, sobre todo cuando este camino se inicia en la madurez porque no viene como equipaje de la infancia o de la adolescencia.


Las personas más increíbles que hemos conocido son aquellas que han conocido la derrota, el sufrimiento, la lucha, la pérdida, y han encontrado su camino desde las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y un entendimiento sobre la vida que les llena de compasión, dulzura y una profunda preocupación amorosa. La gente increíble no solo ocurre (Elizabeth Kubler-Ross)


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