Nuestra luz interior nos define lo que somos


La luz interior es el talento, que todas las personas tenemos, el deber es transmitido, buscar y  encontrar, un camino por donde debe transitar sabiamente, a veces esa luz es insuficiente con las diversas situaciones que se afrontan la persona diariamente.  Cuando se realiza una tarea, entra la necesidad de ser reconocido, aceptado y verse competente, pues  la vida es una competencia, ya uno desde pequeño empieza en la casa, con sus pares en la sociedad. La aprobación de su entorno en el cual se interactúa, es imprescindible para el desarrollo emocional.

Aspectos como la queja permanente, pensamientos de derrota, preocupaciones y estrés impiden que esa luz brille como debería de hacerlo y allí es preciso adoptar la práctica de entrar en el interior para iluminar la vida desde su ser profundo y permitir que la luz se expanda.

Es primordial una buena autoestima, sentirnos valorados por nosotros mismos, Cuando su luz interna brilla puede ver mayores posibilidades y considerar nuevas opciones que antes no le habían sido posible percibir. Dicho sentimiento puede cambiar, aceptar las experiencias dolorosas y pese a ellas empezar a crear un camino más amoroso y sabio de ahora en adelante, empieza con valorarse primero, así como uno se ve los demás lo verán.

Evaluar las limitaciones y posibilidades contemplando opciones favorables que beneficien y pueden surgir ideas creativas para moverse de donde está hoy en pos al futuro bienestar, llegando  a la autorrealización personal, cada logro realizado, objetivos alcanzados, nos producen satisfacciones.

“Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir”.

-Johann Kaspar Lavater-

La escucha es una función superior, tanto de la mente como del espíritu. Implica despojarse de prejuicios y permitir que el otro se exprese con total libertad, como si estuviera escribiendo su historia en un papel en blanco.  Sin olvidar que la influencia del medio en el cual uno se desenvuelve. Lo que los demás creen y dicen de nosotros a veces hace que afecte la imagen mental de quiénes somos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles. Nos formamos esa imagen a lo largo de la vida.

Las personas tienden a apartarse de sus sueños cultivando pensamientos negativos, se alejan de lo que en realidad desean ser. Los motivos por los que esto ocurre son diversos, y pueden encontrarse en la influencia negativa de otras personas, en un autocastigo por haber faltado a los valores propios de su moral o en un déficit de comprensión o de compasión por las acciones que uno realiza al no encajar en el molde que otros lo implantan, esto hace que en muchas ocasiones esa luz que tenemos se vaya apagando, dejando de lado los sueños y objetivos volviéndose una persona anulada. Está en uno, la decisión de no permitir que nadie apague la luz que tiene dentro, todos tenemos nuestra propia luz, consérvala, fortalécela, no te rindas que si sientes que tú puedes lo lograras a pesar de los tropiezos, los desalientos.

Donde hay sueños, hay vida. Y donde hay vida, también hay luz. Una forma de despertar la luz que llevamos dentro es focalizar nuestros deseos. Esto implica forjarnos metas y objetivos elevados y no cejar en el camino hacia ellos.Luchar por los sueños propios nos ilumina interior y exteriormente. Es algo que nos inspira a mejorar, a perseverar y a ser más tenaces. También inspira a otros. Quien va en busca de lo que desea es un libro abierto para los demás, ya que enseña con el ejemplo. El mundo es mejor cuando cada quien lucha por lo que ama.

Reaviva tus pensamientos positivos, convenciéndote que tu luz interior se verá con llamas grandes que iluminaran tus días, cree en ti, aun así nadie lo crea, se fuerte y  toma las rienda de tu vida.

 

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